Nada más hacerse un piercing lo
normal es que la zona se enrojezca y se inflame. En algunos casos puede
llegar a infectarse. Para evitarlo, existen algunos cuidados básicos que hay
que tener en cuenta a la hora de ponerse uno.
Flor Martínez Garcia, técnico de farmacia en la Farmacia Mingorance,
en Málaga, repasa una por una las medidas necesarias para curar un piercing.
Cuidados
básicos
1) Lavarse las manos
“Antes de tocar la zona del piercing es muy importante lavarse bien las
manos con agua y jabón”, asegura la experta.
2) Retirar las costras
Una vez las manos estén bien limpias, “hay que humedecer la piel alrededor
del piercing para ablandar las costras que se hayan formado y retirarlas sin
esfuerzo. Se puede emplear, por ejemplo, un bastoncillo”, propone
Martínez. Aconseja no apretarlas, ni arrancarlas cuando estén
secas, “pues así se puede infectar el piercing”.
3) Limpiar la zona con agua y jabón
Después, hay que lavar bien la zona del piercing con jabón neutro y
aclarar con abundante agua.
4) Emplear suero fisiológico
“Una vez hayas retirado todo el jabón, rocía el piercing con suero
fisiológico y asegúrate de que entra en el orificio, moviendo el
pendiente para que entre la solución en la incisión”, sugiere Martínez.
5) Secar la piel
Posteriormente se debe secar la piel con cuidado. Se puede utilizar
una gasa esterilizada o un bastoncillo, pero no las manos, toallas o
algodón, ya que pueden facilitar que la herida se infecte.
6) Aplicar algún desinfectante
En caso de que se sospeche que el piercing puede estar infectándose,
Martínez recomienda añadir algún desinfectante como la povidona iodada. En
cambio, no se debe poner alcohol o agua oxigenada sobre la perforación
porque “puede retrasar la cicatrización”.
7) No ponerse ropa ceñida, ni quitarse el piercing
No conviene utilizar ropa ceñida, elementos que rocen el piercing o puedan
incluso desgarrarlo. Tampoco es aconsejable quitarse el piercing original hasta
que cicatrice y cierre la herida.
“Si por cualquier motivo no te queda más remedio que hacerlo, intenta
tener otro de reserva, de un material no metálico, para que no se
cierre el agujero”, comenta la farmacéutica.
8) Evitar el uso de cremas y baños en piscinas
No conviene extender maquillaje o cremas sobre el
orificio. Tampoco es recomendable bañarse en piscinas o los spas, puesto que el
cloro es muy malo para la curación.
Como consejo añadido, Martínez insta a no practicar sexo oral o
intercambiar fluidos si el piercing está en la boca o los genitales.
Qué
hacer si se infecta
Si a pesar de todos los consejos anteriores el piercing se infecta, la
farmacéutica explica que hay dos opciones:
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Quitar el piercing y curar la incisión con el método
normal de desinfección: si se quita el piercing se puede volver a poner,
pero hay que darle tiempo a la piel para que se renueve totalmente.
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Cambiar el piercing por uno de titanio puro y
desinfectar: el titanio favorece una curación más rápida.
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Cómo
se debe realizar un piercing
Otra clave para evitar que el piercing se infecte o derive en problemas
graves es que el lugar y la persona que lo realice cumplan con las condiciones
higiénicas perfectas. “Si el estudio no es higiénico, puede pasar de todo”,
asegura Javier Ferrero Barros, experto en piercings y tatuajes de la tienda
Soul Tattoo Tenerife Sur.
El experto afirma que hay unas normas higiénicas que el
profesional debe seguir antes de hacer el piercing:
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Lavarse las manos antes de hacer el orificio.
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Usar guantes quirúrgicos nuevos.
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No tocar nada que no sea material esterilizado previamente.
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Desinfectar bien la región del cuerpo.
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No tener comportamientos inadecuados, como beber o fumar mientras trabaja.
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No realizar el piercing sobre lesiones de la piel como cicatrices, manchas,
verrugas, quemaduras o lunares.
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Al finalizar, desechar los guantes, vasos y agujas a
contenedores especiales en presencia de la persona.